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76 que havia dispuesto, y di6 entero cumplimiento a· sus establ~s determinaciones. 2 ¿Pero qué m11cho e~, que eHo asi suceda, qu:m– do l:i muerte es ju!.tisima pena del pecado? No p ensemos , hermanos mios , que Dios hizo a la muerte, 6 que ella es alguna de las bellas criatu– ras a qniencs diú el ser, y bendixo en la crcacion del Umverso ; sabemos que crió todas las cosas, no p ara arruinarlas, sí para que pcrmaneLiesco exis– tentes ; que les prestó virtud curativa para la salud, y conservacion del hombre , que desde el princi– pio fué curable, ó apto para la sanidad ; y que a ninguno :le los entes lo hi:zo entonces mortife- 10, 6 para que exterminase nue!tta vida. (a) Sabe– mos que Dios, formando al hon.bre a su imagen, y semejan1a, lo crió inex'.crminable, incormptible, é inmortal; (b) de modo, que si permaneciese en el felíz estado de la original justicia nunca muriese. (e) Y no ignoramos, que por la embidia del dia– blo entró la muerte e1~ el mundo. (d) Sabía mui bien el'tC enemigo , que d Sci'.or J.nvia con elli& conminado :il hombre si pecaba, y embidioso de nuc5t:a di<.:hosa_ werte , se valió de su serpentina astucia para privamos de aqnel bien , sugiriendonos el pecado , ~ausa fatal ?e to_do nuestro estrago. Sí, hermanos_ mios, los est1pend10s, y frutos del peui– do han s1do nuestra muerte, dice el AroHol: (e) y asi ésta, co_mo el fuego , l~s tcmpe~t. des, y la hambre han sido ordenad,15, o dispucsuis por Dios para sn venganza , y llll~mo castigo: l g11is, gra,i. Ao James , et mors, 011m1a baec aJ -.:i11d.'ctam crea- ta S . t 1 ~ b l b~cip.z., .• 3. 0 Alap·1d•·1·nc•p " ~p11:n .1. ,. ~· - • S J Sip ~ 'l"'• , Roman. 6. ~3. ~. ap.v,-:.3, ,. · ·•· ,.