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P . . 75 rofeta. (a) Tanta como estarnos escnchando es la fuerza del divino decreto , si es absoluto , como efectivamente lo es el de nuestra muerte. Es un est.-.blecimiento general á manera de ley , que ni admite dispensa , ni permite epiqueya, ni consien– Je exepcion algun~. Y en efecto, Señores , si aquel, que al fiu de los siglos ha de destruir con st.i pi,. vina virtud la muerte, inclinó su cabeza en la Cruz para recibir slt duro golpe, como ob~deciendo ~ ~sta ley, _¿ quién se juzga1á no compreendido ~n ~Ha? ? 6 quién presentar:í privilegio para que no le cornpreenda ~ i Ah ! que seriamos mui necios si pen, ~asemo$ de otrsi suerte. Dios lo tiene asi dispuesto, y ~s iM;ipáz de arrepemírse, 6 de alterar )o que f.OQ ianta firmeza ha 9ecretado: J 11ravit Domimts 1 ~t 1,011 poenitebi/ eum , (b) pueqo decir, usando dt: Ja expresion de David, ;mnque á otro intento. Que ;iquel muera despedazado de una fier¡¡ en los mon-– Jes ; que éste ;icabe consumido de una fiebre; que ts¡e otro sea mue¡:to en el camino ~or los saltea- 9ores; que µno pierd~ ja y(da e1i ~u infanda, y ~1 otro én su maryor aucianidap ; estos qe un mo– ()o, y 2qnellos de otro, es disposiciop. de Dios 1 y ocúlto juicio suyo, que ni lo podemos pe11etr:u, ni rr.enos nos es permitido investigarlo. Asi· 10 estable– c;ió , y dispuso desde su eternid.?d , y a6j es ne• cesar:o, q,:e en el tiempo se verifique; para que al fin de él digamos lo que el Sanro J eremías, al curn– plirse el divioo decreto de h desoJacion da } :rJ– ialén: Fecit Dorr.im,s, quae cogitavit, co:npl,wit ser– ,mo,mn wum, q,,em praecepcrat: (e) Hizo D'.os lo K2 que