BCCSEV000XVIII-c-1369-090000

71 te , y teman las pequeñas planta-s , al ver que los arboles fuertes, y de mayor proceridad no t iene11 consistensia, ni pueden resistir el golpe de la segúr, que coutra ellos se levant3. No seamos del nurne– ro de aquellos neciGs , de quienes dice la divina Escntura , que no piensan en su mue1te, ni le tie– nen miedo alguno : Non est t·espectus morti eorum, (a) por el demasiado amor con que miran lo terreno. Justo es, que todos temamos,. aunque 110· estemos compreendidos en el numero de los que havemos considerado ; del mismo modo, que se atemorizó el Pueblo de Dios, qrnmdo h,dl:mdose ellos s:ilvos en las riberas del Mar, vieron á los Egipcios ahoga– dos en ~us aguas :· Vidértmt /Egiptios· mortuos super Iittus maris ::: timuitqtte popultts D omimmi; (b) por-• que vi, irr.os inciertos de lo qne tenga Dios decre– t ado sobre el tiempo , y modo de nuestra muerte,. :y de lo q_ue pueda por. nuestros pecados sobreve- 12irnos~ II. De esta incertidumbre, que t:rnto temor debe' QCa5ionarPos, es insepan,ble lo infalible del morir•. Lo ~aberr:os, es verdad; pero los mas vivimos tan Q}vidados de este punto, qual sí, 6 fuese capáz de· adrritir :il 0 1na duda, ó de q,,c alguno· de 11oso– t1.os hm 1L~e de quedar exceptrado.. l\Ias siendo es– te uno ce los pa1ticdares-, en que no es posible halle kgir la ig1Jorancia , dc.bere!l',os confesar, que p,..ia todos la rnueae es üiliilible, yá porq11e es de– creto c.bsc!Hto de Dios , y yá porque es justa, Y merecida ptna del pecado.. 1... Del misl'LO n,1,do, que· 110; hay hombre al– gu- a l' sal. 7 -· +· ;;;: viJc C.dmet, h1c. u h.i..od. 1 + 3 1,