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124 en que su mauo siniestra, sus dtimesdcos, y fa. miliares no conociesen lo que la diestra de su rni~ ,sericordia disponia en beneficio de los pobres: y se sabe, que en sus Estados, 6 en los pueblos de sus Prioratos , y Encomiendas cuidaba que las co~ munes, y particulares necesidades fuesen oportn• JJamente wcorridas, en quanto lo permitían sus fa. cultades; no pudiendo dudarse, que su conmisera– cion , y voluntad se extendían a mucho mas de lo que aquellas alcanzaban ; defeo que, segun doc– trina del Angelico Maestro Santo Tomás, se re,. quiere precisamente, y es bastante para acreditar en qualquiera la caridad con su proximo. (a) Omi.. to el trat:ir de las smn:is cousidcrabl.:s, qne gas– taba en las obras ptiblicas, que sirven para la co~ inun utilid...d ~ aunque pudiera asegurar, que yo mis– mo supe alguna de boca de su AILe.la , para que 110 le faltase esta circunstancia á la perfeccion de su beneficencia. (b) Callaré otras obras de miseri– cordia , aún mas ocultas , y reservadas que las yá ;referidas, de que solo Dios , y la mano de quien $e v,lli.1 han :.ido sab-:dores, y t<.::.tigos; y 1.:x ·u– sa1é la digna ponderacion de estos hechos, po.r mas qt1e entre los oradores Gentiles lea el dicho de Ci.. ceron , que profirió en alabanza del Cesar, qlle era su misericordia la mas admirable, y agraciada -de sus virtudes : (e) y que oiga entre los Filoso– fos h respuesta de Pitágoras , quando pre~untado como podrían los hombres ser parecidos a los dio~ ~es, di;xo, qne amando la verdad, y siendb be.. né- _,_,___ ___________________ a S.Thom,a.'2,qu:ies.31.:irt.' 2.ad. 1. h l,ie:u. ibid. art.-:, u1 coi p, " Ciccr.:ip.S. Tbom,:a, ~.quaes,. 30,art, 3-sc:d co1tr1.