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g, clnífe puede tambien col\~ rarfe la íiguicnre. 17. Lo que padccio Chriíl:o Señor nnefrro en la . Cruz,füe como el compcn– ciio de fü pafsion. Y a.fsi di· .zc el docto Capuchino Fr. (4t) Marcelino de Pifc: (42.) JE. Pi te in SVS fedize anronomatica· ,ncv, 1. e ;1.• do tr. a. el, n1enre , rrea 1 ,xo ,_ ro:nan , C r uc. r ü- de h Crnz (quó?, dtcrtur ~-rllX a El+ ·cruciandr, ; el tirulo de fu Re- gia Magdbd , como del fi. t ío de Cu mas in íis1,e paf. {ion. Conremplad lc pues en ra11 cfü1pcndo pad.:cer, y oid, lo que por la luz del Ciclo cfcrive la Vcn~rable (-1-,1? pluma de Agrcd=i: (+3) Na C~ly1.1 r . tuvo !'bri/to 11utftro Redimptor IV. '•f• . - 11 , 1 , 3.1.. e1i f 11 'P.!{;iIJ,¡ en el C:z!vario otra cr.nf.i ck rn.iyor confhelo , y goz<J lnt rior, co:m -v2r a jis M:.dre S:zn,ij1im.i, y fo htrmofur.1 de fit .,,t/m.1 , y ~n elfo, el ,.tr.:ito de s2 n,i(,no, y et entero logro del fr1,to ri~ [11 Tafsion , y Mt4erte: y rfrc gozo en atgun modo con– fer.9 a (./mfto n11eftro - !Jien en 11quclia /;ara. Haíl:<i aqui la celebre Hil\:oriadora. 18. Fue MARlA San .- ifsima en d Gtio c\icho el nr·.i-0 logro d l fruto de a R.cd rnpc'ion cle Jefu- Chnfro , por concebida fin pecado original , y por dla pureza original, y por la fe· meJ:inza, que diremos dd. pu , de la gracia orirrina\ habitu:11, que fe k dio f cfta 1 I Señora en fu Concepcíon, a la de Cliriílo en la fuya,por efto,y por los cfrétos, y có– fcquencias de ello,foc el re– traro mas vivo füyo. Y co– mo la hcrmofura divinal, que cffa tanta gracia , y pu– reza /original canfaba en la brndita Alm1 de efra Seño– ra, clifündiendofe rambícn a fü virgíneo Cuerpo , era qual lman podcrofarnence atraéli vo de e! coraz )n de ChriLto Señor nueíl:ro , y como folcmos dezir, que el amante mas dl:[:i. en el ama– do, que en s1 mifrno : por cffo arrebatado e\. afcl'l:o del corazon de Chriíl:o en gran modo de la atraétiva de 1J. dicha hcrmofura de fu Madre, y confortado en algun modo con el gozo de la viLta dr; dfa hcrmofora fu coraz6n, elte Señor,aun - que ramo peno , padeció con mas esfuerzo. Porque, fi d1xo Quinti!iano,(44) que los Griegos , y Troyanos cfünuban tanto la hc1·010- Lra de Elena, que daban por vcmurofas fus muertes, porque qnedaílc en fü tier– ra, y a fü vifta aquel míla. gro de belleza, que afsi la llJm_abJn todos: uc ay que ad1n1rarfc del cfpccial !b0ZO dicho de Jcfu Cbrifl:o, y fu confortacion , mirando en (44) ~im:iJ; cl-,c. 8. fu paf-ion, y mucrt~ e:\ raro portento, y attaétiva de la her-