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470 SOBRE LA VERDADERA nes , de todos los consejos y resoluciones : si ponemos á un lado la devoción inquieta y aprestrada des los: que, como Marta, se em- barazan y ocupan con muchas cosas, sin conservar el recogimiento interior » sin moderar sus yiyezas y, apresuramientos,. sin empren- der jamás alguna cosa con sostego y tranquilidad; 'y que bastando algunos pocos pasos para su- intento; dan muchísimos inútiles: si colocamos á otro la devocion demasiadamente celosa de aquellas personas que apenas levantan el estandarte de la devocion, ya se fi£urar impecables; y” que los demas son unos grandes pecadores: que dan cien consejos en un dia, y no quieren recibir uno solo en todo un año: que notan los abusos mas imperceptibles en los pró- ¡imos , Y no ven los más enormes ábusos en sí mismos: si entresa- camos las devociones naturales , las de inclinacion, las de génio y de interés, las devociones dulces , ociosas y cómodas, las de- vociones delos tibios, los relajados y los pecadores: si separamos, finalmente, todas las devociones que no tienen espíritu, religion ni-solidéz ¿es muy temible que queden pocas verdaderos devo- tos ; y que podamos lamentárnos:con el Profeta: Via Sion lugent, eo quod. mon sint , qui veniant ad solemnitatem Pero demos gracias á Dios ,- amados oyentes mios; porque aunque sea verdad que no hay tantos devotos como se 'dice , no hay' tan pocos como los libertinos piensan. Dios nuestro Señor tie- ne-almas fieles, y en todos los estados conserva la. mas sólida y verdadera piedad. Hay rectitud, integridad y religion: en todas Jas condiciones de gentes: hay verdaderos devotos y devotas-en el si- glo: si los mundanos pudiesen verlo que pasa en ciertas almas só- lidamente cristianas y piadosas :- si penetrasen la rectitud de:sus intenciones , la pureza de :sus sentimientos, la délicadeza desu conciencia: si supiésen cuál es su caridad , su humildad ,, Su pa- esencia , su mortificacion y su desinterés, apenas querrian creerlo y quedarian admirados,; movidos y avergonzado ; y lejos de: ridi- culizar la piedad, como lo hacen frecuentemente, respetarian: aún las apariencias de la falsa devocion, por no esponerse á censurar lu- verdadera. No lo dudemos, señores: hay almas llenas. de: un piadoso y humilde afecto para con Dios”, que es, decia San Agus- tino ¿(4):en loque consiste la verdadera devocion : afecto humilde porvel*cónoeimiento- de la propia miseria, y afecto piadoso por la racion de la clemencia divina. Hay almas que, como decia cstbedo zo! sup :10y $ (1) SA uguits de spiritu, et anima e. Lo
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