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36 SOBRE LA DIVINIDAD demostrarle. Videte fratres.....No,hagais violencia á vuestra razon y á vuestra fé, y si ellas se os presentan, seguidlas con la seguri- dad de-los que caminan por la senda de la verdad. Dios inmortal, justo, sábio, santo y omnipotente, iluminad- me, sostenedme , conducidme con vuestros auxilios, para que yo procure vuestra mayor honra y gloria, y la utilidad de las almas. Hacedlo asi por la intercesion de María Santísima , con Cuyo sobe- rano patrocinio pretendo demostrar las dos verdades que acabo de proponer. PRIMERA PARTE. La verdadera religion del Dios verdadero ha de ser pura en su doctrina : pura en lo que enseña y pura en lo que.manda : pura en sus dogmas ; pura en sus preceptos. Solamente la religion ca- tólica, apostólica , romana , goza estos admirables privilegios: ella solá es la religion de un Dios verdadero , de un Dios sábio y de un Dios santo. Sí, cristianos , vuestra religion es pura en lo que enseña. Le- vántese el impíó contra sus dogmas, y sirva Su incomprehensibili- dad de pretesto á los incrédulos. Yo lloraré su ceguedad, si hablan de buéna fé, 6 detestaré su maldad si obran contra su conciencia y sus luces. Pero sea lo que fuere de su modo de pensar , yo pen- saré siempre conforme á mi fé, y la confesaré francamente delante de los cielos y la tierra. Confesaré que sus dogmas me unen á la santa religion: que gloriosamente profeso, y ellos me sostienen y fortifican en la fé. Dogmás venerables, objeto eterno de las con= tradiciones del impío , vosotros sois los que me dais ideas verda- deras, ideas sublimes, ideas sostenidas y. consiguientes de la naturaleza de Dios y del hombre. Vosotros, dogmas sagrados, conciliais la providencia, la bondad" y la justicia de Dios con esta universalidad de males que nos aflijen, y con esta propension;es- pantosa: qué nos inclina al mal. Sin vosotros, yo seria: el sérmas incomprensible: y el misterio mas inesplicable de todos. Vosotros me esplicais ls: contradicciones eternas que. esperimentamos en muestra naturaleza; entre nuestros pensamientos y nuestra razon, entre el hombre carnal y el hombre espiritual. Sin -vosotros yo no conoceria á mi Dios: con las ideas que de él me-dais : yo tampoco conoceria al hombre entre las contrariedades que en él siento. Nada descubriria en toda la ñaturaleza mas que unas horribles tinieblas