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442 SOBRE LOS PELIGROS suerte la inquieta y turbulenta pasion de elevarse y distinguirse: no sabes (dice un amigo ambicioso) que ha muerto don Fulano, que tenia tal empleo en la república: que acaba de espirar don Zutano, sacerdote, que obtenia tal beneficio ó dignidad en la Iglesia ? Pues qué haces ahí, que no pones en movimiento los empeños de los amigos , los paisanos y los parientes? Visítalos, alábalos, regála” los, y vamos juntando votos , que ello no ha de ser por milagro: algunas simonías podrán mezclarse: algunas injusticias podrán co- meterse, arruinando el mejor derecho de los mas beneméritos á ese empleo ó encargo, á ese beneficio; pero si reparas en eso se- rás un simple, y nunca saldrás de pobre: Adhuc tu permanes in simplicitate tua? No es verdad, señores, que asi se corrompen por la deshones- tidad los jóvenes mas vergonzosos y honestos? Es necesario mas que un mozo lascivo y desvergonzado para apeslar con sus pala- bras torpes, con sus cantares lascivos, con sus acciones abomina- bles, toda la juventud del pueblo mas numeroso? Conoceis vos- otros otro principio á la corrupcion de tantas mujeres, que son el oprobio del cristianismo y el escándalo de las gentes? Esa no era antes una doncella honesta, cuyo vergonzoso semblante se sonro- seaba á la palabra menos indecente ? Sí; pero la amistad de un cor- tejo, la compañía de una mujer desenvuelta . lo ha perdido. Esa mujer casada , no era antes el ejemplar de su pueblo? No frecuen- taba los Sacramentos, amaba á su marido, doctrinaba á sus hijos, y gobernaba con economía y prudencia su casa? Sin duda alguna: pero tuvo la desgracia de admitir la amistad de un hombre perdido ó de ana mujer casada, que vive lastimosamente encenazada en el vicio, y le han corrompido de suerte sus buenas costumbres y su recto corazon, que ya aborrece á su marido, escandaliza á sus hijos, da que murmurar á sus vecinos y es perjudicial á su pueblo. Qué lástima , amados mios! Ella abandonó la frecuencia de Sacra- mentos; omitió los ejercicios santos de la devocion y piedad : se olvidó de Dios, y perdió su alma. Oh verdad de fé santa y divina, qué digna eres de estar escrita en todas las ventanas , en todas las puertas y en todas las casas del universo! Cum sanclo sanctus eris... el cum perverso perverteris. Yo no acabaria, cristianos mios, si quisiera dilatarme: pero vosotros sabeis que cuanto he dicho son unas verdades prácticas, que perciben los sentidos. Cadá dia esperimentais vosotros que el amigo delos borrachos eu breve se hace bebedor : el amigo de los