BCCSAL000549-A-09000000000000

SIRMOS SOBRE EL MODELO DE LA PENITENCIA. —AUAUYIIA— Convertimini ad me, ait Dominus exercituum, et convertar ad vos, dicit Dominus exercituum. (Zachariz, c. 1, y. 3.) Convertios á mi, y me eonvertiré á vosotros, dice el Señor Dios de los ejércitos. Estas son las palabras que mandó Dios al profeta Zacarías decir á su pueblo israelítico, intimándole la obligacion de hacer penitencia, y asegurándole, si le obedecia, de su amistad, su gracia y su proteccion: Convertimini ad me, ait Dominus exercituum, et converlar ad vos, dicil Dominus exercituum. Y estas mismas pa- labras os diré yo á vosotros en el nombre del mismo Dios y Señor: convertios á mí de todo vuestro corazon con ayunos , gemidos y lá- grimas : romped de dolor y contricion vuestros corazones, y no vuestros vestidos: convertios, y haced penitencia de todas yues- tras maldades, y Dios os perdonará : (4) Dios se convertirá á vos- otros con misericordia, os dará gracia, y obrando vosotros con ella conseguireis la gloria : Convertimini ad me , el contatur ad vos. Esta es aquella admirable verdad profundamente grabada en el co- razon de cuantos pecadores han abandonado sus culpas, y vuelto á entrar en la gracia y amistad de Dios. Persuadidos íntimamente de que habian vuelto las espaldas al Señor por abrazarse con el pecado, no hallaron otro medio, ni le hallaremos jamás nosotros, para reconciliarse con su Majestad, sino volviendo las espaldas á (1) Convertimini et agite panitentiam ab omnibus. (Ezech. c. XVI, y. 30)

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz