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PLATVICA DE LA PENITENCIA. —_—A TIL A Ego in flagella paratus sum, et do- lor meus in conspectu meo semper. (Psalm. XXXVII, v. 18.) Pesaroso David de haber ofendido á Dios con sus culpas , arre- pentido y lloroso al considerarse ingrato al que le habia colmado de tantos favores, hecho un mar de lágrimas , anegado de senti- mientos y envueltas las palabras en los suspiros , le dice á Dios de esta manera: Ego in flagella paratus sum. You, Señor y Dios alti- simo, que desde mis tiernos años hasta la hora presente he corri- do por vuestra cuenta y esperimentado vuestro amparo: yo que protegido de vuestra bondad he vencido á mis enemigos postrando sus fuerzas y ganando sus batallas: yo que en brazos de vuestra ado- rable Providencia he llegado á sentarme sobre el trono de Israe] desde el humilde estado de pastorcillo en que me ejercitaba en la casa de mi padre: yo, olvidado de tantos beneficios, ingrato á tantos favores, os ofendí enormemente y escandalicé mi pueblo. Pero ya, Señor, conozco mis desórdenes, lloro mis culpas, y ba- ñado en perennes lágrimas os pido misericordia. Pequé mi, Dios: hice mal delante de tí: pero tambien en tu presencia estoy deler- (1) Annque por una providencia muy justificada se han mandado suprimir ciertas penitencias que por tantos años se habian acostumbrado en la mayor parte de los lugares del reino cuando se hacian las proce- siones de Semana Santa, ha quedado en muchos pueblos la observancia de que se les predique la plática, que antes se llamada de la disciplina, porque antecedia á este penoso ejercicio. Por esta causa, y tambien porque en algunos oratorios públicos , iglesias Ó parroquias se juntan los fielesá hacer esta penitencia en varias noches de la Cuaresma y Se- mana Santa, he creido que no seria desagradable á los predicadores, nj inútil á los oyentes, el poner esta pequeña plática para cuando deba predicarse oportunamente.