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288 SOBRE LA NEGACION quia dete presumpsisti, (4) nos dice San Agustin. Esta preciosa doctrina de los santos la vemos verificada á la letra en la negacion de San Pedro. Oigamos sus palabras y quedaremos convencidos. El Hijo del Eterno Padre, el candor de la luz eterna, la sabi- duría infinita, la verdad suma, la santidad por esencia , Jesucristo Dios y Hombre verdadero dijo en la noche de la Cena á todos sus apóstoles estas terminantes palabras. Omnes vos scandalum patie- mini in me in ista nocte. Sabed, discípulos mios, que pasarán tales cosas por mí en esta misma noche , que todos os escandalizareis. Con todos hablo , con todos digo, no solo á Judas se dirijen mis palabras , tambien comprenden á mis mas favorecidos apóstoles. Pedro, Juan, Santiago, Andrés, y todos los demas, tenedlo asi entendido : Ómnes vos scandalum patiemini. Quién nose llenaria del mas saludable temor al oir hablar con tanta firmeza y aseve- racion á la eterna sabiduría ? Pero San Pedro en nada menos pensó que en prevenirse con este virtuoso temor, y contando con demasiada satisfaccion sobre sus fuerzas, levantó la voz y dijo. Bien podrá ser que los demas se escandalicen, pero yo? Eso no, jamás me escandalizaré, yo no soy como los demas: Ef si omnes... Ego nunquam scandalizabor. Ah Pedro! le replicó el Señor , qué vana confianza es esa? Qué presunción tan dañosa te acompaña? Tú, tú mismo no solo te escandalizarás , sino que una, dos y tres veces me has de negar: Ter me negabis. No hay que pensar en eso, respondió San Pedro, confirmándose mas y mas en su nécia presuncion: Von te negabo. Confieso, señores, que me asombra esta grande resolucion de San Pedro, y el que despues con tanta debilidad se rindiese á la primera tentacioa. Pero esta es la con- dicion de los presuntuosos, parecerles que arrostrarán todos los peligros, y ceder luego á los primeros amagos. En suma, se le presentó á Pedro la primera prueba, y negó Pedro á Jesucristo la primera vez. Oh almas, y cuántas veces vosotras mismas habeis esperimen” tado esta verdad ! Cuántas veces habeis protestado á Dios y á sus ministros que perdereis la vida antes que ofender á su Majestad: que os mantendreis firmes, y que perseverareis constantes en los caminos de la virtud! Pero cuánto han durado vuestros propósitos? Cuánto han permanecido vuestras grandes resoluciones? Ay! Lo mismo que las de Pedro. Estais demasiado confiados en vuestras (1) $. August. De verb. Apost. Serm. TV.
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