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Y CONVERSION DE SAN PEDRO. 287 tos. (4) Sin este virtuoso temor, dad por perdido á un hombre aun» que sea mas sábio que Salomon , mas santo que David y mas fuer- te que Sanson. Pero qué necesitamos mas prueba de esta verdad que la negacion de San Pedro. Perdió el apóstol este temor santo á Su divino Maestro, y se precipitó en la culpa, cometió una horrible maldad, y cayó desde lo alto del apostolado á lo mas profundo de la esclavitud del demo- nio. Pero advertid los pasos por donde se fué precipitando, y es- tremeceos. El primero, dice San Leon Magno, fuéla presuncion 6 demasiada confianza de su propia virtud. (2) El segundo la tibieza de espíritu, el caimiento de ánimo, la lentitud y la distancia con que seguia á Jesucristo, como nos lo refiere el Evangelio, (3) El tercero la temeridad de entrarse en los peligros voluntariamente, sin temor de hallar en ellos su ruina, como nos lo asegura la Santa Escritura. (4) Presuncion, tibieza y temeridad son tres defectos á cual mas perjudiciales para las almas, y que condujeroná San Pe- dro á sus tres negaciones. Reflexionemos un poco sobre una verdad tan importante. La presuncion , decia el angélico doctor Santo Tomés, es una inmoderada y escesiva confianza de las propias fuerzas, y uN €s- ceso de esperanza en el divino poder ó en su misericordia, (5) Nin- guna cosa destierra mas del alma el temor de Dios que la presun= cion de sí mismo, decia San Doroteo. (6) Nadie piense de si mismo, con arrogancia , nos advierte san Gregorio Magno, aun cuando le parezca que obrará con valentia; porque si la divina proteccion le abandona, esperimentará su repentina caida allí mismo donde pensaba gloriarse de su perseverancia. (7) O homo ideo non vicisti, (1) Timor Domini principiun sapientia. (Proverb..e. 1. v. 7 (2) Ob hoc esitare permissus est, ul memo auderet de sua virtute confidere. (S. Leon Magn. Serm. IX.) (3) Petrus veró sequebatur á longé .(Luc. c. XXIL v. 54.) (4) Qui amat periculum , peribit in illo. (Eccl. MI. v. 27.) (5) Praesumptio est quedam nimia, el immoderata fiducia , seu spei excesus, non modo circa proprias virtules, sed circa divinam po- tentiam , vel misericordiam. (S. Thom. 2. 2 quest. 21.) (6) Nihil adeo ab anima expellit timorem Dei , ut sui ipsius pra- sumptio. (S. Doroth. in doctrina IV, circa medium, apud Bibliot, Patr, tom. TV.) (T) Lib. XXUT. Moral. c. XIX.