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Y CONVERSION DE SAN PEDKO. 285 ñanza para los pecadores: punto segundo. Aqui teneis en dos pa- labras todo el importantísimo asunto de este sermon. Clementísimo Jesus, que con la caida de San Pedro nos ense- ñaisá temer, y con su pronta y entera conversion nos enseñais á esperar, haced por vuestra grande misericordia que estas dos san- tas virtudes se radiquen en nuestra alma para bien de los pecado- res y de los justos. Esta gracia os suplicamos que nos concedais por la intercesion y ruegos de María Santisima, á quien saluda- mos con el ángel: Ave, María. PUNTO PRIMERO. Cuando el santo Job no nos dijese que la vida del hombre sobre la tierra es como una guerra continuada , nosotros mismos por la triste esperiencia de cada dia comprenderiamos esta verdad. Cho- can con cualidades opuestas los humores naturales de nuestro cuer- po unos contra otros: batallan furiosamente en nuestra alma las pasiones, y cada una pretende sobrepujar á las demas; y nuestro corazon combatido por tantos lados, se vé precisado á pelear sin un momento de reposo. Pero no es bastante, decia el apóstol San Pablo para conseguir la victoria, y coronarse en la vida eterna, el que estemos con las armas en las manos, y batallemos en este mundo; es menester ademas pelear legitimamente para no quedar feamente vencidos de tantos enemigos como nos atacan y molestan: Non coronabitur, nisi qui legitimo certaverit. (1) No es otra cosa pe- lear legítimamente, decia San Juan Crisóstomo, sino observar to- das las reglas de la campaña. Mas no entendais, dice San Grego- rio, que el santo habla de las campañas del siglo, no: habla sí de las del espíritu. Porque en las guerras del mundo la audacia es madre de la fortaleza; pero en las batallas de Dios es la audacia madre de la flaqueza. En las guerras del siglo nace la debilidad del temor, pero en las guerras espirituales nace del temor, la for- taleza. En las batallas del mundo la fortuna avuda á los atrevidos; en las del espiritu la divina gracia asiste á los temerosos: Sicut in via seculi audatia fortiltudinem, ita in via Dei] audatiía debilitatem paril. (2) (1) Epist Divi Pauli TH. c. 11. y. 5. (2) $. Gregar. Magn. Papa, lib. v. Mortalium.

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