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Y CONVERSION DE SAN PEDRO. 283 piés, era por el justo concepto que habia formado del Señor que pretendia lavárselos: aquel Pedro, que con la fú mas ardiente, el amor mas puro y la humildad mas profunda, recibió en la noche de la cena el cuerpo y sangre del Salvador: .el.que desenvainó in- trépidamente su espada y acometió solo en defensa de su Maestro á uva tropa de soldados y gente armada en el buerto de Jethsema maní. Y ese Pedro es el que cae? el que peca? el que niega tres veces á Jesucristo ? Sí, señores, ese mismo. Ese Pedro que alza la vOz y asegura que no se escandalizará por las cosas que vea en aquella noche, aun cuando todos los demas apóstoles se escandali- zasen: (4) ese mismo que afirma que no negará á Jesucristo aun- que perdiera la vida en su defensa: (2) ese es en este dia el es- carmiento mayor que tiene la Santa Iglesia, Sí, carísimos oyentes, cayó en tierra la cabeza de oro al tocar una piedrecilla en la fa- queza de su barro; cayó en la culpa el Príncipe de los apóstoles y cabeza de Iglesia al tocarle una palabra de una criada, portera de la casa de Caifás : dió en tierra la columna firmisima del aposto- lado, no combatida de los brazos de Sanson, sino del vientecillo de una pregunta de un hombre ocioso : Veyé, et hic cum illo erat. Et ait Pelrus: homo, nescio quid dicis. Oh santo Dios! Cómo. no temblarán las frágiles cañas, cuando asi se tronchan y caen los mas elevados y robustos cedros? Oh santo temor de Dios , quién podrá vivir sin tí, considerando una caida tan estrepitosa ! Oh le- mor santo de Dios, cuán necesario eres para producir en el alma la compuncion , el desprecio de las cosas del mundo, la humanidad del corazon, la mortificacion de las pasiones , la estirpacion de Jos vicios, el aumento de las virtudes, la paz del alma y la perfeccion de la santa caridad! (3) Oh santo temor de Dios, torre Tirmísima del alma, muralla impenetrable, fortaleza invencible, enciérranos (1) Et siomnes scandalizati fuerint in te: sed non ego. (Marc. c. XIV, v. 29.) (2 Et si oportueril me simul commori tibi, non te negabo, (Marc. £. XIV, v.:31;) (3) De timore Domini nascitur compunctio; de compunctione pro- cedit contemplus facultatum , de contemptu humilitas procreatur , de humilitate mortificatio voluptatum generatur, mortificatione extir- pantur atque marcescunt universa vitia. expulsatione viciorum virtu- tes fructificant, pullulatione virtutum puritas cordis adquiritur: puritate caritatis perfectio possidetur. (Joan. Casian. lib. TV. Institu- tione renuntiantium.