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DE MARIA SANTÍSIMA. 205 La festividad presente nos pone á la vista una madre anegada en llanto á:la violencia del dolor : una madre triste, aflijida y des- consolada oyendo tratarse de la muerte de su Hijo amado, en quien su corazonse complacia y descansaba : una madre, en fiñ, como María Santísima, padeciendo los dolores mas terribles, cuya vio- lencia la compelia á esclamar : Vosotros cuantos vivís sobre la tier= ra, cónsiderad , y ved si hay dolor semejante á mi dolor: O 0os omnes, qui transitis per viam, attendite, el videte si est dolor sicut dolor meus. Comprended pues ahora la verdad de mi pensamiento. Quién al ver á María Santísima llena de dolores y de penas, estar cono= ciéndo con la sublime ciencia: de que la habia enriquecido el Omn+ potente, como los pontílices y fariseos, con un interior dañado; cón úna voluntad perversa y un corazon ingrato, trataban de aca- bar con la lumbre de sus ojos, con el descanso de su espíritu y con lá alegría de su alma: con aquel Hijo hermoso sobre los hijos de los hombres y todo amabilísimo: con aquel Hijo inocente, que en breves dias seria vendido, preso, azotado, escupido, coronado de espinas , escarnecido , y últimamente, crucificado y muerto: quién habrá , digo , entre vosotros que no acompañase á la madré de Jesucristo en tan tierno sentimiento, y anegado en un diluvio dellanto? Quis est homo qui non fleret , Christi matrem si viderel in tanto supplicio? (4) Seria menester tener un corazon de pedernal 6 de bronce para no sentirse apoderado de este compasivo afecto al considerar las tristes palabras con que habla la Madre al Hijo de su dolor : Oh cuánta es mi aflicción, Hijo mio Jesus, hermoso so= bremanera, y amable sobre todo el amor de las crialuras! (2) Ved con cuanta razon dije en el principio de este discurso que me sen= tia allijido de ún tierno sentimiento. Pués no és menor vérdad que un santo celo me está enardes ciendo contra lá maldad de los que tratan de condenar á Jesus. Vos- otros mismos, cristianos mios muy amados, á quienes la devoción para con la Reina de los cielos' ha congregado en este santo tem- plo, lo esperinentais mejor que yo. Decidme ingénuamente : si os hubierais hallado en Jerusalen cuando se celebró el concilio de que nos habla el Evangelio, y hubiera estado vuestro espírito ilustra- (1) In Hymno: Stabat Mater dolorosa.... (2) Doleo super te fili mi Jesu , decorus nimis; et amabilis super amorem mulierum. (Ecclesia in Oficio hujus dici.) ¡
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