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218 SJBRE LA OBLIGACIÓN DE AMAR salvador Jesus, Dios y hombre verdadero, sea hijo anigénito del Eterno Padre, consubstancia al Padre, igual al Padre y de una misma naturaleza divina que su eterno Padre, y como Hombre- Dios sea hijo primogénito de su madre la Santísima Virgen María, virgen antes del parto, en el parto y despues del parto: aunque esta gloria singular de ser hijo natural del eterno Padre; no la co- munique á ninguna criatura, sinembargo, su amor para con los hombres le llevó hasta procurar adoptarnos por hijos de su mismo Eterno Padre vá mirarnos y tratarnos como hermanos. Por ésta causa, subiendo al cielo despues de haber obrado la redencion de mundo, dijo á sus apóstoles: Ascendo ad Patrem meum et Patrem vestrum, Deum meum et Deum vestrum. Qué palabras tan llenas de consuelo para todos nosotros! Subo, dijo su Majestad, á mi Padre y vuestro Padre: á mi Dios y vuestro Dios; y enseñándo- nos como podríamos ser asi nombrados , y hacernos efectivamente hijos adoptivos del Señor, nos intimó el precepto de amar á nues- tros enemigos , y hacer bien á los que nos persiguen y calamnian, para imitar á nuestro padre Dios que hace salir su sol sobre los buenos y los malos , y envia indistintamente la lluvia sobre los pe- cadores y los justos. Amad , pues, á vuestros enemigos, uf sitis filii Patris vestri qui solem suum oriri facit super bonos et malos, e pluit super justos et injustos. Qué felicidad ! Qué premio ! Si por ascender un grado en la carrera militar, esponen los hombres á los peligros mas inminentes de perder la vida, si atraviesan los rios, asaltan las plazas, si resisten á todas las inclemencias de los ele- mentos y ofrecen el pecho á las bayonetas, á los sables, á las ba- las y 4 las bombas : si por aumentar su caudal los comerciantes, viajan por los reinos, se entregan á la inconstancia y riesgo de los mares , y navegan por entre las embravecidas olas hasta los estre- mos del mundo, qué harian unos y otros si les ofrecieran los me jores empleos de palacio? Si los nombráran infantes de España? Hijos y herederos del rey? Qué dificultades no despreciarian ? qué peligros no arrostrarian? Qué fatigas no tolerarian? Y es posible; Dios eterno, que para ser nombrados hijos mortales de un príncipe mortal, terreno y perecedero, todo se haria todos los males seto- lerarian, todas las dificultades se vencerian, y para ser hijosinmor- tales de un rey inmortal, santo y Omnipotente, no haremos una cosa tan fácil como querer de corazon á nuestros enemigos? Una cosa tan fácil que ni cuesta viajes dilatados, ni hay que esponer la salud ni la vida á los peligros, ni tenemós que désprend ernos de