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SUUAMOS SOBRE LA ETERNIDAD, ——AA— Cogitavi dies antiquos : et annos eternos in mente habui. (Psalm. LXXVI, v. 6.) No se yo , amado pueblo mio, qué fruto habeis sacado de tantos sermones como me habeis oido. Dios nuestro Señor , ha sido ser- vido de inspirarme el buen deseo de no procurar en todos y en cada uno de ellos mas que vuestra propia salvacion. Para este efecto me he valido de aquellos asuntos que me parecian mas necesarios, mas útiles y mas oportunos para arrancar vuestros. corazones del amor al mundo y á las criaturas, y conducirlos al amor y Servicio de vuestro Criador. Para conseguir este importantísimo designio os he representado ya el fin para que Dios os crió, y los medios de conseguirle: ya las malas costumbres del mundo, que retardan, impiden y dificultan su feliz consecucion : ya el formidable y triste término de todas las vanidades de la tierra: ya el tránsito dichoso á la patria celestial de una alma fiel á los preceptos del Señor, des- pues del peligroso camino de su peregrinacion en este valle de lá- grimas: ya la fealdad de la culpa, la terribilidad del juicio, la amabilidad de la virtud, las obligaciones de varios estados en que viven colocados los hombres: ya otros muchos asuntos que creia oportunos para apartaros del mal y haceros obrar el bien : para que dejascis los vicios y practicaseis la virtud: Si despues de todo aun no he conseguido mis intentos, qué me restará ya que deciros? Si no os habeis convertido á vuestro Dios y mio'con exhortaciones tan poderosas, dónde buscaremos materia mas conveniente para vuestra conversion ? Super quo percutiam vos ultra addentes previ- ricationem ? (1) Si las verdades mas terribles que la religion crisa (1) Isie,c.l.v.5