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j 165 CONTRA LAS CAUSAS DE LA INCREDULIDAD. justicia: la luz del cielo se nos oscureció por nuestra incredulidad, y el sol de justicia, Cristo , apartó de nosotros los rayos luminosos de la inteli gencia: Ergo erravimus , y perecemos irrevocablemente por toda la eternidad. Y vosotros, amados cristianos mios, no os acompañeis con es- tos hombres , que blasfeman de todo lo que ignoran, y que se han corrompido y hecho abominables por los frivolos estudios : enten- ded, que el que se acompaña con los sábios, será sábio; y el que es amigo de los nécios, será semejante á ellos, dice el Espíritu Santo. (4) Escuchad , hijos , la santa religion que profesais: estu” diadla con docilidad y buena fé, y hallareis la sabiduría acompar fada del santo temor de Dios, que es su principio. (2) Llenad, vuestra alma de estos necesarios acontecimientos, para alegría y gloria de vuestro corazon y confusion de los que careciendo de ciencia, se hacen censores injustos é ignorantes de sus verda- des, (3) estudiadia, confesadla , observadla en la tierra, y sereis eternamente bienaventurados en el cielo. Amen. (1) Qui cum sapientibus graditur, sapiens erit: amicus stultorum similis efficitur. (Prov. cap. 13 y 20.) (2) Non cesses, fili, audire doctrinámi, ne tgnores sermones scientió. (Prov. cap. 19 ,'v. 97.) (3) Stude sapientiam, fili mii, et letifica cor tum, ut possis ex- probrantí respondere sermonem. (Prov. c. 27, v. 11.)

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