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DEMOSTRADO POR LA RAZON. 143 des. La gula, destemplándome la armonía de los humores natura - les, me agrava las enfermedades, disminuye mis haciendas, roba mi reputacion y embrutece mi alma. Sér eterno! Quién soy yo? Ecce mysterium vobis dico. Yo escucho las lecciones que me dicta la razon, y ella , por una série nunca interrumpida de generaciones en los vejetales, en los sensitivos y en los racionales, me lleva insensiblemente á la de- mostracion de un primer Sér increado , eterno, omnipotente ; sá= bio, justo y santo. Por mas que yo pretenda cerrar los ojos para no ver esta verdad, yo la miro dentro de mi alma, y allí conozco ser del todo preciso que sea increado el que crió todas las cosas: que sea eterno el que es increado y no procede de otro: que sea om- nipotente elque de la nada formó esta hermosa é inmensa máquina de los cielos y la tierra, con cuantas criaturas en ellos se contienen: que sea infinitamente sábio q uien ideó tantas perfecciones en cada uno de los innumerables séres que pueblan el universo: que sea un solo Santo, un solo Dios justo, un solo señor perfectísimo en toda clase de perfecciones, amante de lo bueno, castigador de lo malo, inmenso sin estension, grande sin cuantidad, sábio sin fatiga y rico sin pena. Mi razon me habla , y dice: que á este solo Dios debo adorar en espíritu y verdad : que debo amarle porque es bueno, creerle porque es verdadero , esperar en sus piedades porque es misericordioso , temerle porque es justo, y obedecerle porque es nuestro Criador, nuestro Redentor, nuestro Legislador, nuestro Maestro y nuestro Rey. Mi razon me habla, pero yo la desatiendo, y cuando otros, guiados por la razon. adoran á un Dios solo, yo adoro á cientos, á millares de diosés , que formo en mi loca y des- templada fantasía. Pero qué dioses? De piedra, de madera, de plata, de bronce, cobre y oro: que tienen ojos y no yen; mahos y no las mueven, piés y no andan, oidos y no oyen, boca y no ha- blan : obras de hombres , en que el arte representa bien ó mal las obras de la naturaleza. Que dioses? Oh pobre razon humana | aver- gúénzate , Ménate de confusion y horror al mirár tus estravios! Fi- guras de serpientes, dragones vacas, cocodrilos, MóNstruos es- pantosos á la vista y al oido; ó bien plantas y hortalizas de los campos y los huertos. Qué dioses ? crueles unos, torpísimos otros, abominables y viciosos todos. Gran Dios! Quién es el hombre: pues le conoce y te ignora? te alaba y vitupera? te Sirve y te ofende? sábio é ignorante? rico y pobre ? poderoso y débil ? lleno de imperfecciones y de virtudes ? Ecce mysterim vobis dico.

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