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SOBRE LA INMORTALIDAD DEL ALMA. —LUNYOISI— Videte, fratres, ne forte sit in ali- quo vestrum cor malum inc reduli- tatis. (Hebr. e. 13.) Escribiendo en San Marcos de Leon un célebre español un tra- tado sobre la inmortalidad del alma mas há de ciento y sesenta años, dió principio con estas notables palabras: en ninguna cosa se echa de ver con tanta infamia del entendimiento humano, la torpeza bestial y la noche que derrama é introduce en el hom- bre el pecado y el vicio, como en haber necesitado de que es- criba y defienda que hay Dios, que su Providencia gobierna el mundo , y que las almas son inmortales. Solo el perdimiento mas rematado pudo persuadir que las cosas todas sin Criador se cria- ron , y sin Hacedor se hicieron ; y que no habiendo choza sin due- ño en el mundo, el mundo no tiene dueño. Tú das credito á Tácito, á Artesio ,á Plutarco y á los cuentos y fábulas de Hisopo, en lo que no has visto, ni oido, ni ellos tampoco; y no le das á tí mismo en lo que ves, en lo que tocas , en lo que oyes , en lo que sientes, piensas y raciocinas. Tú das crédito á los Platónicos , Peripatéti- cos , Estóicos y Pitagóricos en muchas cosas en que no hablaron ni como filósofos ni como historiadores , y se la niegas cuando en la cosa mas importante del mundo te dicen á una voz: Mortecarent anime. Tú das crédito á Epicuro , á Lucrecio, á Luciano , á Dia- goras, Milesio, y á otros cuantos hombres inmortales, que tienen a Su vientre por su fin, su término y su Dios, y no crees á la Eu- topa entera, ú toda el Asia, África y América, cuyos habitadores te gritan : que tu alma es inmortal. Tú das crédito á unos hombres atrevidos, temerariosy locos que en nuestros dias te dicen: que nuestra alma es un soplo que se acaba con la vida: que no nos di- ferenciamos de las bestias mas que una organizacion material mas