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E A lemnidad se celebra con toda la pompa permi- tida en nuestras Iglesias en las más grandes festividades del año. En todo tiempo el Altar de la Divina Pastora (que en cuanto sea posible no debe faltar en las Iglesias Capuchinas), será ob- jeto del celo filial y constante de las Superioras, Torneras y Sacristanas, para que sin menoscabo de la sencillez de nuestros templos, resulte lo más devoto y adornado que sea posible, como ya es costumbre de los PP. Capuchinos desde el pasado siglo. Por la tarde, si no hay función en la Iglesia, se tiene una hora de meditación para pedir por las ovejas extraviadas, y después se hace la pro- cesión con la Imagen de María Santísima, en la misma forma que se acostumbra en todas sus grandes festividades. (Ceremonial núm. 399). 142. Mes DE MaYo.—Toda la Comunidad ha- rá el mes de las flores, consagrado á María San- tísima, con todo el fervor y devoción posibles, adornando su altar é Imagen con todo esmero, para excitar el amor y piedad hacia la Reina de los Cielos y Madre del Amor Hermoso. El ejer- cicio se hará á las cuatro y media de la tarde en la sala de labor, cuando termina la lectura. Dia- riamente no ha de durar más que de diez á quince minutos; pero los días de fiesta se puede hacer en otra hora, más despacio y con mayor solemnidad. 143. SAN FÉLIX DE CANTALICIO.—Las herma- nas legas deben esmerarse este día en honrar á su Santo Patrono y verdadero modelo, con es- pecial fervor, y toda la Comunidad celebra con ellas la gloria del Santo, con los cultos y caridad acostumbrada. Art. 3."—Do Pentecostés á fin de año 144. PentecosTÉS.—Se exhorta, á las que puedan sin inconveniente, procuren ayunar la pequeña cuaresma desde la Ascensión, para pre-