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o o RS e a — 302— 232. El Oficio de difuntos se dice en el Coro después del Oficio del día, esto es, las Vísperas, después de Vísperas, y esto, aun en las fiestas de primera clase y de precepto, y Maitines, des- pués de Laudes del día é inmediatamente del Benedicamus Dómino, á no ser que sea otra la costumbre de la Iglesia; fuera del Coro, según la oportunidad del tiempo. 233. El día de la Conmemoración de todos los fieles difuntos, el Oficio se ha de rezar, según la rúbrica, en el Coro por la mañana del mismo día 2 de Noviembre, á no ser que la costumbre enseñe lo contrario, para que el pueblo acuda al Oficio más cómoda y frecuentemente, porque entonces se reza como en las catedrales, donde asiste el Obispo Diocesano, después de Com- pletas. 234. En el Oficio de difuntos, se duplican las antífonas el día de la Conmemoración de todos los difuntos, el día de la deposición, el día terce- ro, séptimo, trigésimo y aniversario, el día de la Conmemoración de nuestras hermanas difuntas y cuantas veces se dicen las nueve lecciones. 235. Si estando presente el cadáver no se dice más que un nocturno por causa razonable, á saber, por el poco tiempo ó por la necesidad que insta de otros funerales, se duplican ¡gual- mente las antífonas en el ritual Romano. En este caso se omiten las preces. 236. En el responsorio Libera me Dómine de morte eterna, la primera repetición después del versículo Tremens factus sum, se hace desde el pa asterisco hasta el segundo, y las pala- ras que hay entre el segundo asterisco y el di- cho versículo, se guardan para la otra repetición. 237. Elsalmo Lauda anima mea al final de Vísperas y el De profundis al final de Laudes, se omiten tan sólo el día de la Conmemoración de todos los fieles difuntos, así como también el día de la muerte ó de la deposición de la difun- ta (6 difunto) estando presente el cadáver, aun- ETT Y

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