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i : 4 95 Colorin Colorado ha sido empleada la frase et costera con mas oportunidad que en @sta ocasion). ~Ahora tengo que hacerle a usté yo una pregunta, Padre. —Veamos cual es. —Estos animales que estan aqui gcémo estan? Quiero decir... —Estos animales estan disecados. Pero tu quieres sin duda, saber, como se hace eso y quién io hace. zNo es asi? —Eso mismo, zY de dénde viene el disecador? ~—El acto de disecar, que esencialmente consiste en hacer el vaciado del animal, requiere explicaciones técnicas que no me entenderiais bien aunque os las diera. En cuanto al disecador o taxidermista, no necesitamos traerlos de fuera; lo tenemos en casa; se llama Fr. Cornelio de Tafalla. —zEse viejecito que anda siempre en el hospital de aqui pa alli asistiendo a los enfermos? —El mismo. Hablar dei Museo de Lecéroz y no nombrara Fray Cornelio seria una omisién inexplicable. Es un disecador habili- simo. Ni el mas cientifico le supera. Traedlo vosotros un lobo muerto 0 una grulla o un lagarto, y a los pocos dias ya tenéis €] animal ocupando su puesto en el museo en Ia actitud mas natural y gallarda del mundo. En fin, como lo estais viendo; por- que casi todo es obra suya. Las culebras vivas le son familiares y las trata con la misma naturalidad que vosotros a un pajanilo. Por esos regatos y hondonadas del Baztan se le puede ver cuando quiera a caza de insectos y demas bichos pequefios, y os advierto que la mayor parte de los que pueblan estas vitrinas han sido cazados por él. Es, ademas, un gran herbolario y conoce, como dice Cervantes, cuantas yerbas Gescribe Dioscérides, aun el ilus- trado por el Doctor Laguna. En una palabra, que Fr. Cornelio esta en e| Museo como el rey en su palacio. _-—@Oiga usté, Padre, zy también a estos animalicos pequefios hay que disecanios? Porque si ese hermano necesita ayuda pa sacarles las tripas a un piejo, ya vendré yo, que en eso estoy muy cursao. —Poro ;qué Inquina le guardas td a este pardsito! Pues, n- a los insectos muy pequefios no se les diseca, ni eso es posible. Se les atraviesa con un alfiler o se les fija en una cartulina, y ahi se esta hista que la accién del uempo lo consume o pulveriza. Bueno, Demos por terminada esta sesién. Pero, como cristianos que somos, debemos terminartia, freer todo en conjunto y desde un plan superior. Mirad ahora de un golpe dé vista este Museo. Al ver esa mul- titud de seres tan diferentes, ese clmulo de preciosidades, bafia- das en vivisima luz, zen quién pensais? 2De quién os acorddis?