BCCPAM000R48-1-33000000000000
____Colorin Colorado &) publico en el lugar) para notificarie el estado de su hijo, se en- caminé el médico a la villa, en compafila del sefior veterinario gue aparecié saliendo de una calleja de visitar tambiérg a otro enfermo, aunque de inferior categoria. Marcaba fas seis el reloj de la naturaleza en el cielo, y las siete el reioj del Ayuntamiento en la casa de la villa, cuando el doctor subia la escalera principal acudiendo a la conferencia de teléfono que él mismo habia pedido. Al Hegar al ultimo tramo hiné sus oidos el repiqueteo de- sesperado del timbre; ;él es sin duda! dijo el médico, y apresu- rando el paso, abrié la puerta dei salén, entré en él y se acerco al aparato, entablandose entonces, conducido por el alambre, el siguiente dialogo: -~Con quién hablo? ~-{Alabado sea Dios! Ya hace un cuarto de hora que estoy aqui junto a esta cometa. —gEs usted de la casa del enfermo? —El amo. : ~—Muy bien. 2¥ qué tal, qué tal el paciente? —Pues no sé qué decirle a usted, pero a mi me parece mal. ~-¢~Mal, eh? —Si, sefior. ~zEsta agitado, acasc? —Pues por eso es mi temor; no hace otra cosa que moverse, tan pronto esta aqui, como alla, en fin, no puede parar. Yo creo que me quedo sin él. —jCoémo ha de ser! — ;¥ en lo mejor de su edad! ;¥ lo peor que la pieza de ocho robadas la tengo sin maquinar! . —Déjese usted ahora de operaciones de labranza, y atienda al enfermo, que es lo que importa. ~—Asi lo haré, si sefior. —gTiene sed? —Regular. ; ~Que beba toda el agua que le apetezca; y fresca. El ne- gar el agua fresca a los febricitantes es practica antigua que hoy no se sigue. ; ~—Ya, ya. Pues hace poco le he puesto agua delante, y se ha bebido de un trago como unas tres pintas. —jAve Maria Purisima! —zEs mucha, eh?
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz