BCCPAM000R48-1-33000000000000
136 . Colorin Colorado Pues, sefior, sucedié que una vez vino un capitan espafiol de Cuba a Espafia. (;Este, éste si que es majo!). Pues como digo, vino de Cuba a Espafia un capitan espafiol, y trajo de alla un lorito que hablaba por los codos. Con que Hiega, y en seguida fué a visitar a una hermana suya, que era monja de las cerradas. Y asi hablando, hablan- do, le dice: hermana, sabes que he traido de Cuba un lori- to que habla hasta por los codos? zQue habla hasta por los codos? dice la Abadesa, que estaba presente. Pues mandenos- lo usté esta tarde, pa que te ciga hablar la comunidad. ~—Pues lo enviaré, contesta ei capitan. Con que Ilega a casa y le dice a su asistente: Coge esta tarde ese lorito y Névalg al convento donde esta mi hermana, pa que le oOigan hablar las monjas. E! asistente, que era un mozo risuefo, burlén y mucho gra- nuja, coje el lorito y gqué hare? En vez de ir en seguida al convento, se entretuvo lo menos dos horas ensefiandole ai pa- jaro lo que habia de decir, cuando estuvieran en la visita. Lie- ga por fin al convento, Hama, entra al claustro, salen las mon- jas y dice el asistente: jaqui esta el lorito! ~jAy, qué majisimo! dicen las monjas, jque lindo! ;que colorines! y habla, geh? Mas que un diputao. ~Pues digale usté que hable ahora, Ya hablaré, ya. Pero a este hay que templario como a las guitarras. Ustedes tienen que hacerle hablar. Diganle: ;Ha- bla, lorito! ;Habla, lorito! Y diganselo con voz suave y tierna, y todas a un tiempo. F Y¥Y empiezan todas las monjas, como un coro de perdiganas: j Habla, lorito! ;Habla, lorito! Y se paran —Sigan, sigan, dice el asistente; no lo dejJen; qué aunque parece que esta triste, él rompera. —jHabla, lorito! ;Habla!, siguen elias. ;Habla monin! ;Ex- plicate, precioso! Y por fin salta el lonito y dice: No quiero por vida de mi suegra. Ya me estais reventando con tanto cotorriar. . —jJesus!, exclaman ias religiosas aterradas. Pero, qué es esto?, zqué le pasa al sefior? —No sé, contesta el militar, haciéndose el sorprendido. ;Si nunea le ha sucedido semejante cosal... —ZPa qué me traen aqui?. continua el papagayo. Yo no quiero monjas ni monjos. ;Las monjas al coro! ~ Ay, Dios mio! Suspiran las monjitas, oyendo esto. ;Ay, Virgen Santisima! ;Ay, Santo Dios!
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz