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130 Colorin Colorado terra, tengo de mi casa nativa muy pocas imagenes grabadas en mi memoria. Bien y zqué deseaba usted? —Pués la verdad es, D. Fernando, que mi situacidn eco- nomica, como puede usted ver por mi facha, es muy apurada, y, hoy por hoy, no busco sino un rincén donde cobijarme e ir artastrando la existencia. —;Cuanto siento que me pida usted un favor que no le puedo prestar! Porque usted sin duda querria colocarse aqui, Zno es verdad? —Esa esperanza me ha animado a venir a molestarie, Don Fernando. —Pues no puede ser y lo siento mucho. He hecho un cam- bio total en toda mi servidumbre, y todos jos puestos estan Gcupa.os. ; ~Bien, pues entonces usted me perdone. Me despediré —dijo DB, Jenaro mas muerto que vivo. ~-z~Csmo €s eso? —exclamé D. Fernando en un alarde de GE- NERCSIDAD. Usted no se marcha de mi casa a estas horas: 1No faltaba mas! Cene usted tranquilamente, descansa usted cespués y mafana, puede continuar su marcha, jJulianal, gritd seguidamente. *—En el acto aparecié en la puerta una Joven con atuendo de cocinera, a la que dijo el sefiorito: ~—Sirva usted luego !a cena u este sefior y mafiana un buen almuerzo para que pueda seguir su camino. ;Buenas noches, sefior!, afadio el titiritaina, hizo una reverencia y desaparecid. Don Jenaro sintid entonces una tentacisn vehementisima de docirle; ES USTED UN SEROR SIN EDUCACION NI CO- RAZON, y huir de aquella casa, que verdaderamente se le caia encima; pero se contuvo. Cené poco y de mala gana en la cocina, se acosté, no pudo conciliar el suefio y a la mafiana siguiente, sin querer almorzar ni despedirse de nadie, ni siquiera del duefio de la finca, se march. Cuando salia de la casa, adn no habla amanecido, y en el largo paseo que se tenda entre alamos, desde la portalada hasta la verja iba ciciendo para si i pobre D. Jenaro: —;Qué mundo! ;qué corazones! ;No hay gratitud, no hay amor, no hay caridad en la tierra! Cierto que el sefiorito no me conocia apenas; pero, zno bastaba el hecho de haber sido un buen servidor de su padre para tratarme mejor? zSoy dig- no yo ce este proceder fro e injusto por parte del amo de esta finca, después de haber dejado en ella lo mejor de mi vida? jValiera mas no vivir que ver estas cosas! nee Se