BCCPAM000R48-1-33000000000000

por Pepito Reyes 117 mal. De todos modos, no hay que descuidarse, porque podrian volver”. Estuvimos mas de una hora todos en silencio, pero con el fusil en la mano, mirando a los maices y en esto se ve otra vez la luz --;Fuego hacia el maizal!—grita el Jefe—, que vuelven. jAni- mo, muchachos! ; Viva Espafia! ;Morir antes que dejarles avan- zar un paso! : Y nosotros dale que le das otra vez al gatillo, hasta que se nos pusieron los fusiles que no podiamos ni tocarlos, de calientes que estaban, y al cabo de un rato desaparece la luz. Pero no habia pasado media hora y vuelve a brillar. Intrigado entonces el! capitan por lo que seria aquello, nos manda a tres nume€ros que vayamos acercaéndonds poco a poco hacia la luz, pero con mucha precaucién. Llegamus y gsabe usté lo que era? —Z Qué? —Pues un grillo. —zCémo un grillo? ~—Uno de esos bichos que relumbran. ~—gUna luciérnaga, querraés decir? ~gLuciérnagas se Ilaman? Pues una luciérnaga. ~—Oye tu, Montejurra, pero zeso @s verdad? zEs histérico? Mira que se lo voy a contar este caso en seguida a mas de veinte mil personas... —Como esto es Cruz —me contesté el requeté, formandola con fos dedos—. Claro, se conoce que el animalico aquel se puso alli a tomar la fresca, gSabe usté? Y nosotros al disparar hacia él, lo cubriamos de tierra. Pero poco a poco el “hombre” se iba animando y volvia a salir, y nosotros vuelta a hacerie fuego y asi estuvimos dos ratos largos, nosotros atizando y el alumbrando. Conque zqué le parece a usté? 26s bonito, verdad? 2

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz