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EL GALENO ANDINO 45 -— fidad, el mismo Padre se lo indicaba. Por lo de- mas los platos eran comunes para todos, pero guisados, segin el sistema, sanos y sabrosos. La comida era muy alimenticia y abundante: Seis, siete y hasta nueve platos. ‘El pecado no esta en Ja abundancia, —decia el Padre,— sino en la _ mala preparacion y condimentacion. Cada uno que coma, eligiendo lo que mas le gusta, de lo que-se da y si resiste todos los platos, todos”. Un dia estaba yo almorzando en el Sanato- rio y, al servir el noveno vlato, dicen todos los comensales: “No hay para qué tanto. A los chilenos nos gusta, si, la buena mesa, pero nos conformamos con seis, 0 a lo mas, con siete platos, pero no exigimos nueve, como aqui nos dan”. . : —Ya, sehor administrador, desde mafhana su- prima dos platos, dijeron todos a una voz. —Es el Padre Tadeo, que me manda que les dé bien bien de comer,—indicé el administra- dor. = —Ya le diremos nosotros que nos perdone dos platos siquiera. De modo que no es la abundante comida la que ; hace dajio propiamente, sino lo abundante de ; mala calidad y mal condimentada. ‘ Y, de ordinario, es la mala calidad la que abunda en las mesas. Malas comidas y ma! ade- rezadas. :

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