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— 132— gritándole: ¡Herr! ¡Jé!, ¡le arrojó el demonio desapareciendo, sin más que sepamos! LUCIFER (bajo el puente). ¡Ja! ¡Ja! EL GUIA A los que iban en peregrinaje hacia Roma, lo hizo el Abad Giraldo (154) de Einsiedel, lo mismo que ahora (155) construído el puente, solo con un arco. Bajo él corre el río blanco y espumoso, como por el ojo de una aguja el cabo, prometiendo el Diablo no lo tocaría; mas antes firmando, con expreso pacto (156), que el primer viviente que el puente cruzara, sin poder librarse, cayera en sus manos. LUCIFER (Ddajo el puente). ¡Ja! ¡Ja! ¡Maldición ! EL GUIA Y el puente tendióse; se puso a su entrada el Abad Giraldo, y arrojó un pedazo de pan, que un hambriento can fué a recogerlo: las rocas clamaron, como en resonante carcajada alegre, al ver al Demonio corrido y burlado! LUCIFER (bajo el puente). ¡Ja! ¡Ja! ¡Yo corrido! ¡Por andanzas tales, como son las tuyas, y por tus pecados (157), dejé que ese puente cruzase el horrible y oscuro barranco! El paso de San Gotardo (1£8). PRINCIPE ENRIQUE Este es el punto cimero, y por dos rumbos distintos, a distintos mares corren aquesos diversos ríos,