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— Y4 —. por añadidura, al fin, como obsequio y recompensa, de los huesos de los Mártires una memoria completa. El camino de Hirschau. El Príncipe Enrique y Elsa con sus acompañantes y a caballo (109). ELSA A lejana ciudad va seguido el camino llevando las nuevas, impaciente, de gozo y desastres, amores y odios, temores y penas. PRINCIPE ENRIQUE Nuestra vida es el arpa eólica y salvaje, de innúmeras cuerdas, mas su fondo, es un tono doliente, como de almas que lloran su pena. ELSA Solamente la fe nos aclara la vida del hombre, porque el alma brega mas llevando la imagen de Cristo, el enigma se aclara para ella. PRINCIPE ENRIQUE Egoista es el hombre en sus goces, de lo que ha de venir, no hace cuenta... ¡yo a tu lado, diré que cabalgo ángel malo, del bueno a la vera! ELSA ¡ Cuál los setos blanquean de polvo!, bajo el carro dobló su cabeza el perrazo, al calor, y siguiendo los caballos, su marcha, se esfuerzan. PRINCIPE ENRIQUE En la venta detienen su curso del ventero con la hija chancea