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arompido por terrena fragilidad; o todo lo aue esté violado por ergafio diabélico: y co- mo miembro que es de» vuestra redencién. juntadlo conel: cuerpo»de vuestra Iglesia. Sefior, tened piedad de» sus gemidos, te- red misericordia de sus lagrimas; y como no tiene mas) confianza que en vuestra miseri- cordia, admitidlo en vuestra santa reconci- liacion. Por Cristo: nuestro Sefior. R. ‘‘Amen. "Bi : ; po * 2 Te encomienao, carisimo hermano, a Dios ‘emnipotente, te entrego al rnismo que te crid, para que después que hayas pagado con la muerte la deuda comin de los hombres, vuelvas a tu Criador, que te formé del barro de la tierra. Cuando tu elma se separe del cuerpo, salganle al encuestro las espléndidas . fer erauits de los Angeles: yenga a encon- ‘trarte el senado de los Apdéstoles, nuestros jueces : salga a recibirte el triunfante ejército de los generosos Martires: pongase alrede- ‘dor de ti la ‘florida multitud de los Confeso- res; recibate el jubiloso coro de las Virge- nes: y en el seno del feliz descanso te abra- cen estrechamente los Pairiarcas: San José, dulcisimo. Patrono de los moribundos, te anime con. gran esperanza. La Santa. Madre de Dios Maria, yuelva benigna ati sus ojos. Benigno y,placentero se te manifieste el ros- tro de Jesucristo que mande colocarte en el numeros de los que continuamente asisten en 285 |