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vistieron sus propios vestidos, y le llevaron a crucificar. Y ‘cuando salian, encontrarom2 un hombre Cirineo, llamado Simon; a éste obligarona que tomase a crestas la cruz de él. Y Negando a-un lugar Hamado Godlgota, esto es, lugat dé la Calavera, le dieron a be- ber vino mezclado con hiel: y habiéndolo gustado, no lo quiso beber."Y luego que le crucificaron, se repartieron sus ‘vestidos, pa- Ta que se cumpliese lo dicho por el profeta: — Repartiéronse entre si mis vestidos, y sobre mi ttnica echaron suertes. Y setitados le guardaban alli. Y pusieron encima de su ca- beza su catisa escrita: Este és Jesus, el rey de los judios. Entonces fueron crucificados con él dos ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda: Y 1o§’que pasaban por delante le injuriaban, meneando sus cabezas y dicien- — do: Tt que demolias el temploy en tres dias le edificabas, sdlvate a ti mismo. ‘Si eres Hijo — de Dios, baja de la cruz. De igual modo tam- bién 16s principes'de los sacerdotes, mofan- dose a una con los escribas'y los ancianos, decian: A otros Salv6, a si mismo no se puede “salvar ; si’es Rey de Israel) baje ahora de Ja ‘eruz y le ereeremos ; confié'en Dios; librele ahora, ‘si le quiere; pues diio: Soy Hijo de Dios.. Y lo mismo le burlaban los ladrones — ‘crucificados juntamente con él. Y desde la hora’ de sexta hasta la hora de’ nona, se hi- — cieron tinieblas sobre la ‘terra. Y hacia’ la — hora de nona, ¢lamé Jestis con voz grande, — 240 7