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Ue Oculta allá tu tesoro, no lo conviertas en tierra; pero manifiesta a todos, que a Dios cumples tus promesas. Aprende pues de tu Esposo esta ciencia verdadera: si eres esposa de Cristo, a Cristo es bien te parezcas. Comunica esta instrucción de tu interior a la imprenta, y encárgala cada día del examen a la prensa. Acostúmbrate a obrar bien según que aquí se te muestra: si es difusa la lección, la substancia no es pequeña. Si en la Religión pretendes, como debes, ser perfecta, no juzgues demasiado, lo que aquí se te presenta. Esto es nada en atención al todo de esta materia; mas esto poco teindica el plus ultra que te resta. A dos cosas se reduce cuanto aquí pretendo entiendas, que te niegues a tí misma, y a Cristo imites atenta. No puede seguir a Cristo quien de sí no se desprenda, ni podrá después gozarle quien imitarle no intenta,