BCCPAM000594-2-06p16d00000000
ma Por todo cuanto te ocurra mientras te dure la vida, dale a Dios humildes gracias, como de cosa propicia. Dios que todo lo dispone, el bien, o el mal nos envía: así lo debes pensar para serle agradecida. La salud, la enfermedad, la abundancia, o carestía, la vida, o muerte, que todo de Dios viene es cosa fija. En todo pues cuanto hace, no bay duda nos beneficia, porque al bien de nuestras almas todo esto se encamina. Humilde serás en todo, y con todos abatida: ya tu sabes que su gracia la dá Dios a quien se humilla. Trabaja por humillarte de verdad, no por manía: no toda humildad es buena, ni de recompensa digna. La humildad de corazón, es la que ál cielo nos guía; sin ella se cansa en balde, el que a la gloria camina. La caridad y humildad son los ejes en que estriba la perfección de las almas, que por lo eterno suspiran,
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz