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fuerza? De este Nilo, dice San Bernardo (Serm. xv in - Cant.) En Jesus Dios nos llamé su admirable luz, é ilu- minados con ella, podemos decir & todos los hombres con el Apéstol : «En otro tiempo fuisteis tinieblas; pero aho- ra sois luz en el Sefor. En otro tiempo estuvisteis sen- tados en las tinieblas de la muerte; pero ahora habeis visto una nueva luz, y guiados por ella, habeis empe- - gado & marchar por las sendas de la virtud.» Positus est hic in resurrectionem multorum. No lo dudeis, amados mios; por penoso que sea el sacrificio que deba hacer el hombre por amor de Dios, nunca llegara 4 serlo tanto como el que hizo Jesus de si mismo; por insuperables que sean las dificultades, por _ insufribles que parezcan las penalidades, las de Jesus son mayores, y asi encontramos en ellas un ejemplo que nos debe animar @ no ceder 4 los peligros, ni sucumbir 4 los trabajos; si es necesario exponerse 4 los tormentos, su- frir escarnios y azotes, cadenas 6 carceles, ser apedrea- dos y despedazados, atribulados y muertos al filo de la espada; si por Jesus los hombres se ven dbligados 4 an- dar errantes en las soledades, fugitivos en los montes, escondidos en las horadadas cuevas de las selvas , pobres, menesterosos, angustiados y afligidos, nada importa, todo lo pueden en el que los anima con su ejemplo y los con- . forta con su gracia; si por Jesus es necesario arrostrar los peligros, desafiar 4 los elementos, arrojarse 4 la muer- te, todo lo podemos en él, que nos conforta; demos que nuestro sacrificio sea grande, pero no sera unico ni sin- gular, pues antes hemos visto 4este Jesus perseguido por los tiranos, fugitivo entre las naciones bdrbaras, insultado por los sabios , despreciado por los ignorantes , dando tes- timonio de la verdad , y siendo castigado por ella, ven- dido por un amigo aleve, negado por un discfpulo cobar- de, abrevado de oprobios, hecho la mofa del pueblo, com- parado con los ladrones, crucificado con los malvados,