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: ‘ 81- oe que habia salido 4 luz un Salvador que causaria gozo universal a todo el pueblo (Luce, cap. 11, 11); y esta prime- ra noticia se acordaba muy bien con las profecias de Isafas, y mucho mas con aquellas palabras de Zacarias: «Alégrate, joh hija de Sion! llénate de jubilo, joh hija de Jerusalen! porque tu Rey viene humilde, y es tu Sal- vador, que rompera las saetas de la guerra, y hablara de . paz con las naciones (cap. 1x, 9). Hoy, al presentarlo en el templo, el mismo espiritu que hablé por los profe- tas, mueve la lengua de Simeon, y publica 4 la fazdel mun- do que este Salvador ha de ser la causa de la ruina de muchos: Positus est hic in ruinam. Pero en esto, amados mios, se nos da 4 entender la sagrada economia de la re- ligion. Este Nifio, que quiere, segun San Pablo, que to- dos se salven y conozcan su nombre ; este Nifie, cuya lon- ganimidad y paciencia espera el pecador endurecido, lo llama y lo halaga para que venga 4 fl y se convierta; no viene al mundo 4 quitar al hombre el don precioso de la libertad , y si a curarlo de las heridas que recibiera por el pecado: asi ayudado el hombre con la gracia que este Nifio le adquiere por sus méritos infinitos, atin queda aquel en su entera y completa libertad de abrazar la ver- dad 6 desecharla, de seguir las leyes del Evangelio 6 las extraviadas sendas de las pasiones, de tomar el camino de la vida 6 el de la perdicion: de modo que, si bien el hombre nada puede sin la gracia de Jesucristo en el érden de la,salvacion, pero esta gracia viene 4 quedar sin efecto si el hombre no coopera con su libre albedrio; y ved aqui eémo lo que habia de ser principio de salvacion, es prin- cipio de ruina para el malvado, convirtiendo el hombre por su perversidad la medicina en veneno, y los bienes en males. Y esto ya lo habia anunciado el Seiior por Isafas, diciendo «que colocaria en Sion una piedra pre- ciosa y angular, que seria santificacion para muchés; pero al paso se convertiria en piedra de escandalo y tropiezo TOMO IIL. 6