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visto olbte y ostensible, y sin embargo no entra en él santuario sino humillado, entre los sollozos de la infancia _ y la pobreza de lospafiales; Maria , que presenta la vic- _ fima mas augusta, el holocausto mas sagrado que hubie- se pisado el sagrado pavimento, y, con todo, ni va coro- nado de flores , ni entre la muchedumbre del pueblo, ni entre los canticos de los levitas; todo su aparato es la po- breza , toda su riqueza son dos tértolas, todo su acom- paiiamiento es un pobre artesano, toda su gloria es su. modestia y humildad. Pero Setont ha llegado 4 vista del taberndculo, este Nifio pobre, humilde y desconocido, demuestra que es el duefio de la naturaleza, el angel del Testamento: hasta este punto habia recibido los testimo-* nios de su divinidad entre dos viles animales; ahora los ya 4 recibir bajo las alas de los querubines : hasta ahora s6lo lo han visto los pastores ignorantes; hoy lo han de ensalzar los sacerdotes y los profetas , descubriendo 4 los hombres los arcanos mas terribles, y al paso los aie consolantes que encierra este Nifo. Misterios terribles; pues este Nifio abatido encierra en su humillacion toda la fuerza de aquel leon de Juda, y es aquella piedra de tropiezo y escandalo donde se han de estrellar cuantos le resistan; misterios consolantes, pues este Nifio es aquel Cordero inocente cuya expiacion borrar4 los pecados del mundo, y los que fueren lavados en su sangre vestiran las blancas estolas de la inmortali- dad; y estos misterios nos los ensefan a la vez las dos » cosas mas sagradas entre los judios; el sacerdocio y la profecia. Si: el santo Simeon lo toma en sus brazos, y sin mirar ni las lagrimas que derrama, ni los suspiros que exhala, ni la carne mortal de que se halla revestido, sdlo contempla su poder divino, y como si ya viera esta --Victima extendida en el Calvario, como si tuviera’ pre- sentes sus glorias y triunfos, como si fuera testigo ocu- lar de las contradicciones de su pueblo, de la abolicion