BCCPAM000591-3-12000000000000
62 as ee or lauros de las virgenes, re paz, la dicha, la diate: ‘las sdlidas grandezas del hombre, todo es publicado & la ‘faz del mundo como el gran chiete de la venida de Jesus y de la imitacion de los hombres. Asi habla Dios al enten- dimiento humano al entrar enel templo de Jerusalen: Positus est hic in resurrectionem multorum. Hé aqui, sefiores , un asunto de la mayor importan- _ cia para la sociedad y para’el hombre; voy, pues, a dilu- cidarlo, demostrando que Jesus es el principio de salva- cion para los buenos. Saludemos antes 4 su Santisima Madays “uniendo nuestra yoz 4 la del angel. 9 Bs Ave Maria. Si el raciocinio humano es infalible'en las ciencias exactas, y da fallos positivamente ciertos en algunas ma- terias, ,cudnto mas lo sera la razon divina? Voy 4 ‘ilus- trar mi proposicion. Hay ciencias naturales que estriban en principios universales y verdaderos, cuya emanacion no tiene otro origen que la razon divina, comunicada en parte al entendimiento humano; puestoa en accion estos principios generales y veridicos, las consecuencias que deduce un criterio sano, necesariamente estan revesti- ‘das del mismo caracter que sus antecedentes ; el discurso humano sabe infaliblemente que tres y dos no pueden ser cuatro, sino cinco; sabe que no puede haber efecto sin causa; sabe que la materia es incapaz de racioginio, y que el espiritu no es divisible ni esta sujéto 4 la corrup- cion. Con las solas luces de la razon’ conocemos estos principios , ‘y al ponérlos ‘én relacion ‘con sus efectos, la razon habla y decide de un modo naturalmente infali- ble. Circunserito el hombre 4 este circulo de ciencias na- turales, y discurriendo en conformidad con las verdades incorcusas , su razon nd puede ménos de pronunciar fallos ciertos. Saliendo de su ésfera, ya no sucede asi; lo so- . ore aad Bub ec ag rh een iia ch kis nii ani ¥ een
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz