BCCPAM000591-3-12000000000000

pias, la revolucion de ideas, el cinismo de la filosofia, es verdad ; pero estas perversas ideas no se realizarian en gran parte si 4 las mujeres se las inspirase desde su cuna la fidelidad 4 Dios, el pudor y la firmeza contra los asal- tos de los imptidicos; porque, sefiores, no nos engaiie- mos ; quitad la materia de la sensualidad, y ya no habra un solo impio ni un solo incrédulo en el mundo, porque hasta hoy no ha habido uno solo de éstos que no haya sido libertino , 6, mejor dicho, que no haya sido impio para ser sistematicamente voluptuoso. Ahi teneis la ver- dad que tenia que decir. He visto surgir en vosotros una duda: al ver el amor puro de Maria, habeis creido que es inimitable; es un error, porque en la casa de Dios hay muchas mansiones; el amor de Maria para con Dios fué tan intenso y exten- so, que casi queria rivalizar con la naturaleza del divino para con ella; pero al fin era amor limitado; no podemos llegar al punto donde él subid, pero podemos imitarlo; si no deseamos amar 4 Dios como fue amado de Maria, nunca tendremos aquel amor de amistad que nos une con Dios; nunca empezaremos 4 perfeccionar nuestras almas: estamos en medio de un mundo bullicioso y seductor; no importa: San Pablo tambien vivia en este mundo, y nos decia que podemos vivir entre sus riquezas y entre sus glorias sin mancharnos, antes al contrario, contrayendo mas mérito. ,06mo? Oid sus palabras: «Tendreis siem- pre tribulaciones; pero sabed que el tiempo es corto; lo que resta es que los que tienen mujeres sean como si no las tuviesen ; los que lloran, como si no llorasen; los que se alegran, como si no se alegrasen; los que compran, como si no poseyesen, y los que usan de este mundo, como si no usasen, porque pasa la figura de este mundo.» Vivien- do de este modo, en todos los estados de la vida se ama 4 Dios y se gana el cielo, que deseo & todos. Amen.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz