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hasta desear sacrificarnos por El. Pero Maria no ha reci- bido esta herida: al salir de la nada, la ha protegido Dios con una egida impenetrable 4 las flechas del enemigo; el primer vuelo de esta paloma inocente es tan veloz, que pasa de cuanto existe por tiempo limitado, y se encum- bra 4 una region inaccesible 4 otro que 4 Maria; el trono de Dios es su nido, donde descansa ; se le descubren las bellezas increadas, las contempla, se enamora de ellas; jah! gqué podra ver Maria en el mundo que merezca ser comparado con lo que Ella ha visto desde el momento de su creacion? ,Habra en su corazon algun seno donde pueda abrigarse algun afecto terreno? ,Podra decir con — San Pablo que reputa por estiéreol cuanto hay en el mundo, en comparacion del Sér divino? No ciertamente. 4Sabeis por qué? Porque Maria tiene su corazon tan lleno del amor divino, y su vista tan fija en la hermosura infi- nita, que no puede ni dun volver la vista 4 examinar los objetos visibles; la comparacion entre la posesion de la criatura 6 del Criador, no cabe en su alma; su albedrio no tiene la imperfeccion de inclinarse 4 lo malo y prefe- rirlo 4 lo bueno; conla mas extensa libertad ama & Dios; pero esta libertad, semejante a la que tienen los Santos en el cielo, apénas puede propender 4 querer poseer otro objeto que no sea el mismo Dios, por haber conocido 4mpliamente toda su bondad y hermosura. En efecto, amados mios; todas las operaciones di esta nifia manifiestan que ama fi Dios por si mismo, y 4 las eriaturas por respeto & Dios. gHay acaso.en la natura- leza amor mas ordenado que el de los hijos: para con los padres? ,No esta mandado por el mismo Dios, como fun- dado en razon y justicia? Si; pero este amor sagrado pasa 4 ser profano cuando. no’ esta cireunscrito 4 los limites que Dios le ha preserito, «El que ama 4 su padre 6 madre ‘mas que 4 mi, dice la Verdad eterna, no es digno de mi.» «El que quiera venir en pos de mi, afiade el mismo Verho — seit hte AP tt Pat ati a cece a tiatit

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