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- | los dias de su lactancia, se separé de los objetos mas caros 4 su corazon, se encerré en la soledad, para darse sin reserva al Dios que la laméra. gQuién conduce a Maria al templo Santo? ¢Quién Ja inspira la renuncia y separacion de sus padres? El amor. jAy! el amor divino. Voy; pues, & presentaros el admirable euadro de un alma enamorada de Dios ; el objeto es demasiado sagrado para — que surjan en vuestros espiritus otras ideas que las ins- piradas por la Religion; la infancia de Maria va & ser hoy una escuela donde aprendamos todos 4 no ser ingra- - tos 4 un Dios que nos ama}; 4 no ser crueles para con nosotros despreciando su amor, en que estriba nuestra dicha. : . Nifia augusta, depositaria del candor y de la pureza; al hablar de tus acciones, mas parte tiene mi corazon que mi entendimiento en lo que digo, porque gquién podré comprender lo que Tui eres en tu dignidad y en tus vir- tudes? ;Oh, no me levantaré de tus sagradas plantas hasta no sentir en mi aquel fuego que abrasa los corazo- nes, y aquella luz que ilustra las almas! A este fin se dirigen las palabras con que te saludo. * 4 Ave Maria. El amor que tenemos 4 Dioslos hombres, aquel sobre todo de que estan abrasados los justos, ha ido tomando cuerpo sucesivamente,de modo que trasforma el alma, la engrandece y la fortifica, siguiendo en el érden moral el mismo sistema que se advierte en el Grden fisico, en los séres que, salidos de las manos de Dios con todas las per- fecciones genéricas, van gradualmente desarrollando estas mismas perfecciones enel individuo. Esta verdad es pal pa- ble, y esté en completa analogia con las operaciones del alma racional. gPor cuantos y cuan diferentes estados no pasa ésta antes de llegar al estado perfecto de racionalidad