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473 - licidad de Espaiia y el éxterminio del Alcoran? Esperad. Alla en las remotas cumbres donde no ha osado llegar el arabe, existe un templo subterrdneo, en cuyas lébregas bdévedas se han refugiado los cristianos fugitivos ; entre - ellos hay un hijo de Reyes; él recuerda que sus padres han cimentado la Religion en su patria; que han erigido los templos 4 las Leocadias, a los Isidoros y 4 los Cecilios; _ todos estan profanados ; el enemigo los ha convertido en -mezquitas, como en otro tiempo hicieran los griegos en - Jerusalen; no importa: nuevo Matathias de la Iberia, él se postra ante las aras, llora la destruccion de la Reli- gion , jura defenderla , jura sellarla con su sangre , toma en sus manos la cruz y la espada, tremola en los aires un blanco estandarte; y saliendo del templo, alza al cielo su izquierda, ensefiando el signo de la Redencion; blande el templado acero por los aires, y miéntras el abanderado desplega el blanco cendal de Maria, 61, con mas_valor- que Constantino en las Jlanuras de Roma, exclama en las rocas de Covadonga: «Con esta sefial se vence al ene- migo. Hoc signo vincitur inimicus. {Viva Jesus, viva Ma- ria, viva Espafia!» Asi exclamé el inmortal Pelayo. gHabeis visto, seflores, un ejército numeroso acam- pado en vasta llanura y descansando sin temor ni zo- zobra? ,Habeis visto cémo inesperadamente sale de la alta tienda del general la sefial de alarma, por aproxi- marse el enemigo? ,Habeis visto cémo al momento cada uno deja el reposo, cémo todos se apresuran, cémo cor- ren 4 las armas y se forman los escuadrones, se des- pliegan las guerrillas, y atacan, y arrollan, y vencen, y aniquilan al osado agresor? Pues bien: 4 la voz de j Viva Marfa y Espafia! ésta se levanté como un solo hombre, y combatié por siete siglos con el barbaro hijo de Ismael, no dando tregua hasta que vid;4 los ulti- mos restos de los Numidas mas alla de‘los mares. Y la Espaiia combatié sola, miéntras la Francia, Alemania,