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at sw licenciosa, ni la de esas instituciones paganas con que *pretondeis sustituir las que introdujo en el mundo el Evangelio, y arraigé en él la Iglesia por medio de sus maestros; gpor qué venis 4 engaflarnos, diciéndonos que seremos felices.con esa filosofia donde no entra Jesucris- to, y con esas teorias sociales en que no se halla Maria? jAcaso ignorais nuestra historia? Por haber dado la mano a filosofastros y malos politicos, hemos perdido reinos é imperios que Dios nos diera; por haber admitido teorias que nos han venido de puebios que nos odian, nos hemos quedado sin grandes sabios y sin grandes hombres, sin riquezas , sin prestigio en el mundo, y nos vemos hevtion la befa de los impios y malévolos. ; Ay! Todo esto hemos perdido por haber arrullado la mentira; pero no perdamos el tesoro mas rico que tenemos. Piérdanse los continen- tes; piérdanse las armadas; piérdanse las minas auriferas; piérdanse las montafias de diamantes y esmeraldas ; per- damo$ aunque sea la vida; pero el honor, no: el honor de ser siempre catélicos, y catélicos que aman A Marfa, que esperan en Ella y la invocan como 4 su mas tierna Madre, no; eso no. Ese Sihauaje es grande, amados mios, es catdlico, es — espaiiol ; porque ser ot y ser devoto de la Vireo es como un sindnimo en el idioma dela piedad. Yo confirmo | vuestras palabras, y las aplaudo, y las bendigo; porque cuanto pensais y cuanto creeis sobre la misericordiadela _ Virgen, esta en el Evangelio. Ouando hablé esa Reina ex- celsa, hablé como Madre de Dios y como Reina del cielo: bien sabeis cémo. hablan los Reyes de la tierra, poco y mesurado; pero sin que una sola de sus palabras caiga al suelo, porque todas deben cumplirse; ni una sola frase expresa la extension de los favores que han de dispensar,. porque han de ser mucho mas grandes que lo que las mismas palabras dicen. Y asi, y no de otro modo, hablo la Virgen cuando anuncié al mundo sus favores. -