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espirita y por encanto de su corazon la devocion de la Virgen, no hay que presentarle demostraciones. tedricas de lo que es la piedad y misericordia de esta Sefora. Como seria tiempo perdido el demostrar 4 un hombre ro- deado de tesoros que es rico, y como seria una injuria el denostarle echandole en cara su pobreza, asi seria el ocu-— parse en decir al pueblo. catdlico que el Evangelio no en- cierra en sus paginas los tesoros de misericordia que se: atribuyen al Corazon de Maria. ,Cémo os atreveis a decir- nos eso, contestaria este pueblo, cuando somos deposita— rios de tantas riquezas del carifio y del amor que nos tiene la Virgen, que casi tocan 4 lo inmenso 6 infinito? ; Pues qué! ,No es Ella la que nos honré con visitar nuestro: suelo cuando vivia todavia en carne mortal, y enjugé las. lagrimas de Santiago y sus discipulos, asegurandoles que este suelo seria el pais privilegiado, donde la fé de su. Hijo duraria para siempre? ,No es Ella la que arrojé en el siglo v 4 los priscilianistas, en el vi 4 los Elvidios, de. este suelo, que todavia conserva la virginidad e la fé? 4No es Ella la que precedia en los pendones guerreros 4 los que salieron de Covadonga conducidos por el piadoso Pelayo para combatir al agareno, y la que acompaiié& los Alfonsos en las Navas, 4 los Fernandos en Sevilla,, y 4 la excelsa heroina de Granada, hasta que concluyeron _ con los hijos del Islam, y los arrojaron mas alld de los mares? No es Ella la que en aquellos tiempos herdicos. estuvo dejandose ver por espacio de siete siglos, ora en las crestas de los montes, ora en las ciudades populosas, ora sobre un espino, ora sobre un zarzal, sin que haya habido valle ni otero, rio ni torrente donde nuestros padres no la hayan levantado un templo para acudir 4 él 4 pedir su proteccion y 4 encontrar consuelo en sus. aflicciones? Por qué, pues, venis 4 decirnos que no so- mos ricos con el tesoro de misericordia de la Virgen, y felices con las riquezas de su amor?