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403 - gando la proporcion en el invisible arador, y concluyendo por grados en el desmedido elefante, al mismo tiempo que los mares se convierten en la mis vasta republica del reino animal, cuyos individuos no tienen numero ni calculo en nuestro corto saber. Déjase, por fin, oir su omnipotente voz, y férmase del todo esta hermosa esta- tua humana, que al primer soplo de la divinidad se alza en pié, mira al cielo, reconoce 4 su Criador, lo adora y lo bendice. Si; un simple fat del Criador basté para dar existencia 4 todas las legiones angélicas, 4 los cielos, 4la tierra, 4 los mares, 4los animales, y esta miniatura de su omnipotencia 6 este compendio del saber divino, al hom- bre. Para ello Dios no pidié auxilio 4 nadie: cuando Adan fué formado, existian ya los angeles con sus jerarquias y coros; pero todo su ministerio respecto de la creacion fué servir 4 Dios, alabandolo y bendiciéndolo, estando al paso en el mas profundo éxtasis al contemplar cuanto era el poder, cuanta la sabiduria, cudnta la sors, del Rey de. - los siglos. Tiene Dios la misma independencia en la conservacion de sus obras por el concurso de las causas segundas, pues nada hay en el mundo que no se haga por su voluntad, que ordena 6 que permite, asistiendo fl 4 todos y cada uno de los vivientes, inclusos los mismos espiritus, pues sin esta mano auxiliadora perecerian todos, como dice el sublimé Agustin, y volverian al seno de la nada. Hé aqui, seiores, al Dios criador y conservador, obrando con su sabiduria y providencia, sin necesitar del auxilio de nadie. Pero... glo creereis? otras obras portentosas se tenian que realizar en el mundo, obras destinadas 4 publicar la glo- ria del Criador; y con todo eso, éste no usaria de su fuerza y poder en la ejecucion de estas obras, dejando todo el desempeiio al hombre, no de otro modo que el padre hon- rado y pundonoroso deja al hijo el cuidado de realizar la gloria de sus blasones con hazafias que, si algo tienen de ok al ee