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ofreceis vuestras dadivas 4 nuestra tierna Madre. Pero yo - quiero que por unos momentos pongais vuestras miradas en lo presente, sin dejar por eso de mirar 4 la celeste Sion como 4 vuestra verdadera patria. gSabeis cual es la naturaleza del mérito que os granjeasteis al contri- buir 4 la reedificacion del altar dedicado 4 Maria? Es este un mérito de asociacion con Ja divinidad. Entendedme bien , amados mios ; habeis sido agregados, sin pensarlo ni relessialditin: a Honer las grandes miras que tuviera el entendimiento divino desde la eternidad , miras que debian realizarse entre los hombres. Estadme atentos. - Dios, asi como por naturaleza es eterno é infinito, @ diferencia de todos los seres, que son esencialmente limi- tados, es tambien independiente en todos sus actos; de modo que no necesita del concurso de ningun agente para dar 4 luz sus obras, ora las consideremos en el pri- mer momento en que saliera del caos la materia, ora las contemplemos adornadas con la forma y en todo el com- plemento de ser que se necesita para entrar en la catego- ria ‘de causa segunda. Vedlo. Llegado el momento de ma- nifestar su gloria en la creacion del mundo, le basta una insinuacion para crear las obras m4s portentosas; habla, y aparecen los cielos, la tierra, las aguas y los espacios; manda, y el caos es bafiado con raudales de luz, dividién- dose ésta de las tinieblas, y formandose los dias y las noches; dice, y se reviste la tierra de flores, de yerbas, de arbustos, apareciendo 4 la vez el cedro que intenta - elevarse hasta las nubes y la pardsita yedra que ha de vivir abrazada 4 su tronco, desarrollandose al poco los cielos como un pergamino matizado de oro, y quedando form ada la béveda celestial con miles de miles de orbes. refulgentes, que en Ja alborada y en la tarde alaban al Criador ; ordena, y este globo empieza 4 bullir con una prodigiosa muchedumbre de habitantes de géneros y es- pecies distintos, y cuyo numero El sdlo conoce, empe-