BCCPAM000591-3-11000000000000

tres ideas terribles, tres enemigos formidables que ata-_ can simultaneamente 4 Jesus cuando llega al huerto; y al presentarsele de frente como tres escuadrones armados de brillantes espadas, Jesus se halla entregado a toda la debilidad de nuestra naturaleza. Los tormentos que sufriera en su Pasion cayeron so- bre Jesus sucesivamente; la crueldad de los judios fué - ereciendo poco 4 poco, como la tempestad, que infla é impele con mas violencia las olas del mar cuando va lle- gando 4 su fin; pero no sucede asi en el huerto. Al mis- mo tiempo se le representan todos: la rabia con que lo atarian en su prendimiento, el furor con que lo arrastra- rian 4 los tribunales, la obstinacion con que pedirian su muerte, la crueldad con que lo azotarian, el modo in- fame con que lo condujeran al Gédlgota, las irrisiones que sufriria en los tribunales de Pilatos y Herodes, la inhu- manidad con que barrenarian sus manos y piés, los in= sultos que le prodigarian al estar pendiente en el made- ro, todo lo ve Jesus con la misma exactitud que tuvo en la ejecucion. De la representacion de los tormentos, veloz corre su imaginacion 4 considerar la muchedumbre innu- merable de pecados de que tenia que responder 4’su Pa- dre. Possuit in eo iniguitates omnium nostrum. | Ay! | Qué -eaos tan horrible! Uno solo basté para poner un candado 4 las puertas del cielo y abrir las del infierno. ,Cémo po- dra Jesus soportar el peso de tantos millares de pecados? Porque no hay pecado, por leve que sea, que no recaiga sobre Jesus. A la maldad del primer hombre han afiadido sus hijos las suyas propias y personales; miles de injus- ticias y latrocinios, miles de idolatrias y abominaciones, miles de impiedades y de homicidios, cargan sobre Jesus; los pecados cometidos Antes del diluvio, los que se perpe- traron hasta su venida, los que se cometieran hasta su se- gunda aparicion, estan dando voces de venganza, y Jesus ha de satisfacer por ellos. Possuit Deus in eo, etc. Sin