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Este es , amados mios, el lastimoso é interesante cua- dro cuyos bosquejos os voy 4 presentar: léjos de mi los artificiosos rodeos de la elocuencia humana cuando ten- go que anunciar los tormentos de un Dios; Iéjos las re= dondeadas frases , pues la simple narracion del Evange- lio brota por todas partes raudales de elocuencia. Sin embargo, para proceder con 6rden voy 4 dividir mi ora- cion en dos partes: en la primera vereis los esfuerzos de un Dios para vencer & la culpa y al demonio; en la se- gunda, los esfuerzos del infierno para vencer 4 Dios. Im- ploremos la gracia. : jOh Cruz adorable , hermoseada con la victima inmo- lada en tus brazos! De ti salié aquella fuerza divina que vencié a los tiranosy confundié 4 los fildésofos; de ti des- collaron aquellos rayos de luz que iluminaron nuestros. entendimientos y encendieron en nuestros corazones el - fuego del amor divino; extiende y derrama en nuestras almas tus benéficas influencias para que fructifique en ellas la sangre del Cordero sin mancha; para esto te sa- ludamos con reverencia y humildad. 0 Crux! Ave spes wnica, etc. PRIMERA PARTE. Tres afios enteros habia empleado Jesus en preparar el camino de su Pasion: ensefiando el reino de la verdad y anunciando el Evangelio de la paz, contra si concitara el édio mas encarnizado de unos cuantos hombres que vivian segun el dictamen de sus pasiones, los cuales, no encontrando el mas minimo defecto en el Salvador, se conjuraron contra £1, so pretexto de que no observaba el sabado y decia publicamente que su Padre era Dios. Muy de antemano sabia Jesus las conspiraciones de la sina— goga; mas de una vez habia dicho 4 sus discipulos que tenia que subir 4 Jerusalen y ser entregado 4 los malva=