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-cumple el instante prefijado por la Providencia divina para la santificacion del mundo. El Verbo divino, sinde- — jar toda la gloria de su esencia ingénita, és engendrado en el castisimo seno de una Virgen; y al poner el pié en -el nuevo terreno que iba 4 ser el teatro de sus trabajos y fatigas, da el decreto de abolicion de todo sacrificio, -presentandose él a su Padre como Sacerdote eterno, cuyo ministerio ni tuviera principio ni viera el fin, y como Victima inmortal que, sacrificada una vez, atin quedaria viva para interceder por nosotros: semper vivens ad inter- pellandum pro nobis. En estas dos circunstancias estribaba _ la inmensa diferencia que habia entre los sacrificios que concluian y el nuevo que empezaba; en aquéllos el sacer- dote no podia ofrecerse 4 si mismo, por ser hombre mor- tal sin dominio sobre su propia existencia; tenia, pues, -que ofrecer la ‘sangre ajena, la sangre de las victimas, tan ineficaz para borrar los pecados como hubiera sido la suya propia si hubiera tenido derecho para regar con ella las aras. En el sacrificio de Jesus todo se identifi- _ a; victima y sacerdote son una misma cosa. Jesus es duefio de ofrecer su alma y su vida, porque tiene sobre ella un derecho pleno y absoluto; y esta vida que ofrece es de un valor infinito. 4Comprendeis, sefiores, lo grandioso de esta sustitu- cion del inocente por los culpados? gComprendeis cémo en una misma persona pueda haber dos cosas tan distin- tas, como es ser sacrificante y sacrificado? ,Entendeis acaso pueda suceder que la victima espire y sea inmu- tada realmente,y que al mismo tiempo esta victima esté viva rogando por los criminales? ,Podreis llegar 4 enten- der cémo este sacrificio no es ofrecido mas que una vez, y sin que la victima muera sea ofrecido sin ces ar en to- das las partes de la tierra? Estos son, amados mios, los ~ grandes misterios que encierra la union hipostatica del Verbo divino con la naturaleza humana; la razon no rae

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