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entrar en el santuario sino una vez al aiio, teniendo que ofrecer un sacrificio? ,Qué significa que todos los aiios se hiciese mencion de los mismos pecados , que cada ho- locausto iba acompafiado de las mismas oraciones que decia el sumo sacerdote por su ignorancia y por la de su pueblo? Todo esto da 4 entender que los sacrificios anti- guos, por aceptos que fuesen 4 Dios, no eran mas que figuras de otro mas grande y eficaz; tanto importa que se inmole un cordero como cien mil becerros; lo mismo es rociar el altar del holocausto con cuatro gotas de sangre que regarlo y empaparlo, si pudiera ser, con el liquido animal; siempre quedaba en pié la iniquidad antigua; - siempre clamaba al cielo el reato universal: inmundicias legales, manchas muy transitorias, desaparecian con la oblacion de estos sacrificios, nada mas; pero en cuanto a. las culpas que merecian pena.eterna, era imposible que fuesen quitadas las victimas de toros y otros anima- les. Todo esto, por fin, significaba , concluiré con el mis- mo Apéstol, que no estaba atin descubierto el camino del santuario miéntras estuviese en ‘pié el antiguo taber- naculo. En restimen , amados mios; la humanidad que adoraba al Dios verdadero, y la que quemaba el incienso ante los idolos, se veia precisada 4 reiterar sus sacrificios , confe- sando desde luégo su ineficacia, y ademas la imperiosa necesidad en que se hallaba de ofrecer al cielo lo mas inocente, y que fuera al mismo tiempo lo mas precioso, para que fuese sustituido en lugar del culpado y para que con su valor satisficiese 4 la justicia divina. El judio y el gentil confesaban esta verdad, el primero clara y expli- — citamente, como se lo ensefiaban la ley y los Profetas, y el segundo por una tradicion vaga, indeterminada, pero que no dejaba de ser muy cierta, pues era tan antigua como la misma humanidad. Entre tanto se acerca la plenitud de los tiempos, y se